Cada día es más común encontrar practicantes y escuelas de yoga cerca de nosotros. Lo que hasta hace unos pocos años era visto como “un nuevo tipo de aerobics” en gimnasios y clubs deportivos, hoy es una disciplina tomada muy en serio y que se destaca por su profunda conexión religiosa y espiritual.
En la actualidad, más de doscientos millones de personas alrededor del mundo lo practican, una cifra que cada año crece de manera exponencial. En Estados Unidos, las personas que lo practican han aumentado a 36 millones solo en el 2016, en comparación con los 20 millones registrados durante el 2012, lo que ha generado cifras económicas por más de 16 mil millones de dólares por concepto de clases, ropa y equipo.
Con estas cifras, no es una sorpresa que también exista un sector turístico dedicado a los amantes y practicantes del yoga y, por ende, se hayan establecido mecas alrededor del planeta. Si bien India es considerada la capital del yoga, ya que, es la cuna de esta disciplina, según la revista Price Travel, Tulum también se ha convertido en uno de los lugares por excelencia para los practicantes del yoga de todo el mundo.
RELAJACIÓN Y CONCENTRACIÓN
Solo en Tulum se pueden encontrar más de 27 estudios que ofrecen clases y sesiones de los distintos tipos de yoga que existen.
Y aunque muchos piensen que se puede realizar yoga en cualquier parte, siempre y cuando se tenga un yoga mat, encontrarás que las clases de yoga serán mejores si te encuentras rodeado por la mística selva maya o disfrutando de la relajante brisa marina y el arrullo de las olas. Y si a esto se le suma el ambiente relajado y la vibra pacífica que se respira en Tulum, estamos seguros que encontrarás el lugar perfecto para esta práctica.
Además de crear la atmósfera propicia para la concentración y la meditación, la práctica del yoga en la playa ayuda a al cuerpo a trabajar con más fuerza, esto debido a la poca estabilidad producida por la arena y a los constantes cambios que se producen en ella debido a los distintos movimientos del cuerpo, lo que motiva a realizar pequeños ajustes para mantener las poses.
Por su suavidad y capacidad de amortiguar golpes y caídas, la arena también es el lugar idóneo para practicar las posturas invertidas y así ayudar a superar el miedo a caerse, debido al poco riesgo de lesionarse. En la playa aprenderás a caer y a levantarte sin miedo.
El aire, puro y fresco, ayuda a limpiar los pulmones y la exposición al sol, siempre y cuando se esté debidamente protegido, fomenta la producción de vitamina D en el organismo.
Por si fuera poco, en Tulum existe una modalidad poco usual para practicar yoga llamada SUP Yoga, comúnmente conocida también como Paddle Board, misma que se practica en el mar sobre una tabla similar a las de surf, añadiendo un reto más a la fuerza y al balance que se debe poner en todo el cuerpo para mantener la estabilidad y cambiar de posturas.
Tulum es considerado un paraíso mágico por sus distintos atractivos naturales, su legado histórico y cultural, y por su agradable y relajada atmósfera. Desde hace décadas, a estas razones se le suman los miles de testimonios que lo consolidan como la nueva cuna para la práctica de yoga a nivel mundial.