México es un hermoso país, muy atractivo para la inversión inmobiliaria. Actualmente, una de las inversiones inmobiliarias más importantes para extranjeros, es la residencial.
El inversionista extranjero tiene dos opciones para realizar la inversión residencial: una es en zona restringida y la otra en zona no restringida.
El gobierno federal mexicano, estableció una zona restringida para la inversión inmobiliaria residencial para extranjeros; con el fin de proteger sus 11,522 kilómetros de litoral, que tiene en el océano pacífico, mar de cortés, golfo de México y mar caribe. Así también sus 4,403.6 kilómetros de frontera que tiene con EEUU 3,169 kilómetros, con Guatemala 956 kilómetros y con Belice 278.6 kilómetros.
La zona restringida se determinó es una línea recta de 50 kilómetros del litoral hacia tierra adentro y de 100 kilómetros de la frontera hacia tierra adentro.
En la zona restringida el inversionista extranjero, puede invertir por medio del fideicomiso residencial, un instrumento jurídico en el cual una persona física extranjera encomienda el dominio (propiedad) y la administración del inmueble que adquiere a un banco
A través de un fideicomiso bancario residencial, la institución fiduciaria (El banco) tendrá y administrará el patrimonio, teniéndolo a usted como único beneficiario o beneficiarios del mismo.
Como beneficiario, la propiedad solo se puede vender o transferir con su carta de instrucción. Ser beneficiario en este caso, es lo mismo que ser propietario completo. Se requiere un permiso para constituir un fideicomiso bancario residencial. Ese es el primer paso que damos. Cuando solicitamos este permiso, también designamos un beneficiario sustituto, quien, en el desafortunado caso de su fallecimiento, se convertiría instantáneamente en un nuevo beneficiario.
Esta es una ventaja sobre la propiedad común, en la que siempre se debe seguir un juicio de heredero. Un fideicomiso bancario dura hasta 50 años, renovable un número ilimitado de veces si se desea. Los impuestos a la propiedad son pagados directamente por el beneficiario al Municipio de Tulum, pero tendrá una tarifa anual fija de fideicomiso bancario al banco de aproximadamente 500 USD. Esto incluye la administración bancaria y con esto hace que la propiedad sea inembargable si se trata de cualquier controversia legal que pueda surgir en su vida personal.
Se estructura por medio de una escritura pública ante notario público y sé inscribe en el Registro Público de la Propiedad y del Comercio, qué es la dependencia que dá seguridad jurídica a todos los negocios inmobiliarios.
